Las toallitas húmedas y otros textiles
suponen cerca de un 18% del coste adicional para las depuradoras de una
ciudad de tamaño medio. Así lo estima un grupo de trabajo del Congreso
Nacional del Medio Ambiente (Conama2012), que ha identificado los
productos que los ciudadanos tiran al WC con mayor impacto.
1. Toallitas húmedas, bastoncillos y otros textiles
Productos presentados por sus fabricantes como “respetuosos con el
medio ambiente” por ser fabricados con materias primas orgánicas. Al
desecharlas llegan a los sistemas de saneamiento tal cual se tiran
produciendo atascos y generando daños en los sistemas hidráulicos.
2. Lejía, amoniaco y ácido clorhídrico
Sustancias capaces de oxidar la materia orgánica o de matar a una
persona con solo 40 ml en un litro de agua de ácido clorhídrico.
3. Fármacos, cosméticos y drogas
La Unión Europea (UE) está introduciendo limitaciones en estas
sustancias, ya que, en bajos niveles son capaces de provocar a los
organismos acuáticos problemas de crecimiento, desarrollo, disfunciones
sexuales y taras genéticas.
4. Pinturas y disolventes
Formado por componentes que al verterlos de forma directa pueden ser
muy tóxicos. En muchas ciudades, los Puntos Verdes no cuentan con la
catalogación de gestores de residuo peligroso. El ciudadano solo puede
optar a verter por el desagüe estos restos.
5. Jabones y detergentes
Sustancias formadas por fosfatos que si se vierten de forma excesiva en
el agua pueden provocar el crecimiento de algas en prejuicio de otras
formas de vida acuática. Los detergentes que se desechan tienen que
eliminarse a través de unos procedimientos químicos muy costosos.
6. Trituradores de Basura
Son dispositivos para desechar por el fregadero los residuos orgánicos.
Estos residuos terminan en la red de saneamiento en vez de ir al cubo
de la basura, provocando la contaminación de las aguas residuales, la
sobrecarga y los atascos en las depuradoras con los sobrecostes que ello
conlleva.
7. Aceites vegetales usados
Estos aceites al ser vertidos por el desagüe provocan unas “bolas de
grasa” que atascan los colectores dificultando la salida de los gases
dando lugar a los malos olores en las ciudades.
8. Grasas alimentarias y aceites usados de automoción
A diferencia de las anteriores, estas tienen mayor capacidad de generar
obstrucciones por que se arrojan de forma sólida. Los aceites y las
grasas hacen que la generación de residuos en una depuradora se
multiplique por 20.
9. Pesticidas e insecticidas con cloro, azufre y sulfato de cobre
Sustancias para la desinfección de los cascos urbanos provocando las
más altas tasas de emisiones a colectores y saneamientos públicos.
10. Efluentes de equipos domésticos de tratamientos de aguas
Cada vez son más los hogares que utilizan equipos para reducir la cal y
otras sales en el agua de consumo público. Esto tiene un efecto
negativo, ya que puede provocar un incremento en la concentración de
sales con problemas en la depuración y en el vertido a los cauces del
agua depurada.